Las anclas kinestésicas consisten en acciones sobre tu cuerpo, como tocarse el pecho, rascarse la nariz, tomarse la mano, apoyar un pie sobre el otro. Es conveniente eludir acciones que uno sepa por adelantado que producen reacciones sensibles, en especial de carácter sexual
Karla es por naturaleza muy elegante, discreta, con una belleza poco común, de piel suave, grandes y excitantes curvas … le chifla disfrutar del sexo, los juegos eróticos y las fantasías. Con ella disfrutarás de un buen instante de placer.
El amor tiene ciertas edades o etapas, es prudente mencionar de qué forma se marchan dando cuáles son sus características o cómo va cambiando en todos y cada una de ellas, y quizá poder identificar en como de todas y cada una estas mentadas se encuentra el nuestro y poder aplicar lo hasta el momento aprendido.
Soy muy educada, visto con elegancia y me arreglo siempre y en toda circunstancia para la ocasión… me encanta estar impecable y atrayente.
Para ejercitar la lengua, lleve la punta de la lengua delante de los dientes superiores dentro de los labios. Rodea la lengua cara el interior del labio inferior. Prosiga dando vueltas alrededor de los dientes y dentro de los labios unas 36 veces y después cambie de dirección.
Esperamos ser valorados por todo cuanto hemos construido a nuestro alrededor para nuestra pareja o nuestra familia y cuando esa valoración no llega, cuando nadie alaba el resultado, nos sentimos dolidos y para nada reconocidos.
Aquí está la cosa: es menos probable que una mujer tenga orgasmos al principio de una relación. Su cuerpo precisa tiempo para amoldarse a la nueva pareja, aprender a confiar en él y relajarse y saber que su pareja acepta y aprecia su cuerpo.
Beatriz, muy, muy guapa de cara, con una mirada muy cautivadora y unos movimientos sensuales la hacen una mujer muy femenina. Soy una prostituta sofisticada, elegante, sexy y con clase.
El que pone en marcha su perversión desarrolla impulsos violentos de forma directa en el sadismo o bien indirectamente en el masoquismo. Aunque desear el sufrimiento supone enmascarar impulsos sádicos pues el masoquismo se anticipa frente al castigo temido, por los deseos sexuales violentos.
La siguiente vez que nos hallamos tenía una cara de dicha, me afirmó que todo había sucedido mágicamente. Aunque estuve más de 6 meses pidiéndolo y él no hacía nada, hoy, finalmente, tengo mi recámara pintada y hasta hemos tenido más sexo ahora que tiene el nuevo color.
