La devoción rajásica es también interesada, aunque no siempre y en toda circunstancia egoísta, por el hecho de que el devoto busca detallar los objetivos que le impone su fuerte actividad. La devoción sattvica, en cambio, es la más pura en tanto que el devoto ama al señor por sí solo sin motivo interesado alguno.
