¿Y de qué manera comienza uno a quererse? Una buena forma es conociéndose. Un ejercicio muy fácil, y que puedes convertir en tan intenso como quieras, es redactar una lista de todas las habilidades y cualidades que tienes. ¿Qué piensan el resto de ti? ¿Qué aportas en tu trabajo a tus compañeros? ¿Qué aportas a tus amigos? ¿Y a tu familia? También puedes pedirle a las personas que quieres que te ayuden a elaborar tu lista. Probablemente te sorprenda todo lo que vas a hallar y te quedes muy satisfecho. En un sistema de atención de salud dominado por corporaciones farmacéuticas que intentan impulsar fármacos como Viagra, hay poco conocimiento de sus opciones alternativas naturales para la mejora sexual (y todavía menos inclinación a hablarle de ellas). El Escrito 5, al que no se supone que debes voltear, mas que probablemente lo haga de todas maneras, está repleto de información única sobre de qué forma progresar el sexo que puede convertir tu libido de una forma que ninguna droga puede hacerlo. Descubrirá de qué forma aprovechar al límite los mejores excitantes naturales del planeta, incluyendo las legendarias fórmulas a base de yerbas chinas que recargan tanto su sexualidad como su salud por norma general. Muchas de estas opciones alternativas naturales son, en cierto sentido, su herencia legítima, puesto que se nos transmitieron a lo largo de los siglos. Su tradición sigue viva, o no estaría manteniendo este escrito en sus manos.
Puede que a nuestra amiga le encante bailar. De ahí que para distraer a Carlos, le lleva al salón donde varios invitados se mueven al son de salsa latina. La prostituta le tira del brazo para sacarle a zapatear, pero Carlos prefiere acompañar a su gin tonic y tozudamente se resiste. Todo género de baile le espanta por el hecho de que Te uso para mis fines, te llevo y te traigo por donde deseo, por el hecho de que ni siquiera sabes por donde tienes que ir. Te pones a mis pies, estás a mi servicio, estás a mi disposición. Me agrada emplearte. Puedo emplearte como almohada, como muñeco o muñeca hinchable, como felpudo. Puedo emplearte como hombro donde descansar, como pañuelo con que secarme las lágrimas (o los mocos). Puedo emplearte como un pañuelo y como pañuelo arrojarte después lejos de mí. No importa, no pasa nada. Puedo llamarte al momento y vienes nuevamente, una y otra vez, todas las veces que yo desee. De hecho, ni siquiera te has ido de veras, porque no tienes a donde ir. Eres mi muleta, mi chofer, mi acompañante. Eres mi siervo, mi sierva.
Otro género de castigo que usa solo las manos es abofetear, que a menudo es afín al azote. Es esencial tener cautela y elegir esmeradamente las áreas del cuerpo que serán abofeteadas. Ciertas áreas se lesionan considerablemente más de manera fácil y son más propensas a sufrir daños graves que otras. Las áreas suaves y sustanciosas, como las nalgas, suelen ser la opción mejor. ¿Recuerdas cuándo se puso de tendencia el reto de darte una cubetada de agua con hielos? te reto a que difundas con tu familia, amigos, compañeros de escuela, compañeros, que haces cambios en tu vida y uno de ellos es ser positivo, diles que toda vez que te escuchen o bien te vean haciendo cosas en tu contra, como hablar mal de ti, criticar a el resto, pasarte por el arco del triunfo una señal de tránsito, quejarte, decirte que no puedes, que está difícil, etc., les vas a dar ¡5 pesotes! Comprométete y cúmplelo. ¿Aceptas el reto? Más allá de hacer rico a alguien, es a fin de que te comprometas contigo en tanto que tú serás el más beneficiado. Te recomiendo cambiar tus palabras. Te invito a TRANSFORMAR tu vida.
Es una situación simple, que no requiere de una cama especial
Diferenciar entre paciente y lector ha sido la primera tarea a la que he tenido que enfrentarme. La amedrentad de la consulta, la angosta relación que se establece entre paciente y analista, deja decir cosas durísimas al paciente y que éste pueda admitirlas sin excesivo dolor, comprenderlas, digerirlas y utilizarlas a favor suyo. Entre otras muchas cosas, porque son las palabras del propio paciente las que han salido de su boca, habitualmente sin que él mismo se haya dado cuenta, hasta que se le hace arreglar en ellas. Un lector merece exactamente el mismo cuidado y el mismo respeto que un paciente, mas su anonimato hace difícil medir hasta dónde es capaz de percibir, o hasta dónde se encuentra presto a saber sobre su propia participación en su sufrimiento, sobre su posibilidad de autonomía. Un paciente que se encuentra con algo doloroso en una sesión sabe que muy pronto tendrá otra sesión para charlar del tema, para desmenuzarlo y digerirlo mejor. Un lector no necesariamente cuenta con la contención de esa red tan tranquilizadora. Ha sido un desafío localizar una distancia apropiada con el lector. Desde ese instante dejé de esperar a que Damián me afirmara te quiero. Su reacción a mi te odio confirmaba que yo le importaba y que estaba igualmente colado por mí. Mas siendo más seductor que yo, Damián estaba usando la fuerza del te quiero. Confesándole mis sentimientos yo le ponía en bandeja mi corazón, le estaba descubriendo el poder que él tenía sobre mí. El poder del amor.
Mas si sigues mirando en mis fotografías vas a ver más atributos que te encantarán
Múltiples hombres me han confesado que en los primeros escarceos sexuales de su juventud sintieron un fuerte impulso de dejar el pene en reposo dentro de la vagina, añadiéndome que era eso lo que ellos realmente querían. Mas después, para su consternación, vieron películas, oyeron chismes y leyeron revistas que les obligaron a introducir movimiento y actividad en su comportamiento sexual, apartándose de esta manera, desgraciadamente, de la naturaleza más pura y sublime del sexo. En este sentido he podido observar que cuanto más joven es una persona, más capaz es de evitar o bien repeler la repercusión de nuestro condicionamiento sexual. No obstante, con el paso de los años, el caparazón del condicionamiento se endurece, nuestros miedos se multiplican, las tensiones adquieren forma física, la resignación se apodera de nosotros, nos aferramos a procedimientos rutinarios y la complacencia nos mantiene sujetos a muchos patrones inconscientes. Mas lo bueno del caso es que este equívoco sexual se puede deshacer con la consciencia; esto es todo lo que se necesita y desde luego es un remedio que marcha a la perfección. Además, cuanto más pronto se comience mejor. Hay, sin embargo, unos pocos individuos que resisten, son los llamados tántricos por naturaleza; estas personas tienen la fortuna de conservar la bendita virtud sexual de la conciencia a lo largo de su vida. Asimismo, hay otros que solo requieren una experiencia tántrica profunda para mudar totalmente su vida. Por último, existen otros cuyo camino de retorno a esta simplicidad sexual puede ser considerado de erosión lenta, de paso gradual de la oscuridad a la luz, de placentero recorrido por todas las formas y contornos que se alzan entre dos puntos.
El detector humano de mentiras
Dulce y seguro: Haga que su amante se arrodille y se siente sobre sus talones mientras que usted se acuesta con la cabeza en el borde opuesto. ¡Haz que tu amante levante tus caderas a fin de que estén sobre el agua y luego se muevan juntos para crear tus propias olas! Es importante compartir lo que le gusta al hacer el amor porque con frecuencia, a lo largo del acto sexual, espera que su pareja se comporte de ciertas maneras y se enfurece cuando no lo hace, mas en realidad no le afirma cómo le gustaría que fuera. Es posible que se moleste cuando ella hace ciertas cosas, mas no le dice nada porque no desea molestarla; No deseas desplazar el bote. Entonces te sientes molesto pues no estás consiguiendo lo que deseas o bien pues ella hace algo que te molesta. Lo mismo sucede con ella. Esta frustración se manifiesta en tu amor. Si tienes suficiente confianza entre los 2, lo mejor es compartir estas frustraciones lejos de tu tiempo de hacer el amor. El secreto del éxito en la relación de Isabel y Rodrigo es que exactamente por esas faltas, necesidades y disfunción familiar, ambos tenían clarísimo lo que querían en una relación. Cada uno de ellos por separado había imaginado como quería y necesitaba que fuera su porvenir hogar, y con esta imagen clara en sus mentes, habían analizado el compromiso y la responsabilidad que implicaba de ellos. Teniendo el destino final claro, es más simple organizar el viaje, empacar lo preciso y hacer la ruta. Ellos decidieron redactar su historia. Ahora es el momento de escribir la nuestra.